miércoles, 27 de febrero de 2008

Arranca "Zoom TV." !!!!



Más de lo mismo.

Es el turno del Canal Universitario Nacional.


¡No estamos en contra de aquella propuesta televisiva que aboga por el cultivo del conocimiento y la representación de una ciudadanía cultural!, somos, eso sí, vigilantes (por derecho constitucional) de su ineficiencia, su inoperancia, su irrelevancia, su impertinencia, su falta de calidad y sus demagogias. Por eso queremos hablar ahora de la nueva propuesta televisiva que hace su génesis en un país lleno de televisiones.

Después de muchos ires y venires (y desvaríos en el camino), es el turno del nuevo Canal Universitario Nacional, o “Zoom TV.”, (Nombre ganador de 617 propuestas provenientes de más de veinte departamentos); [Pregunta: ¿Cuántos estudiantes universitarios o de educación superior enfocados al desarrollo de conceptos visuales existen en Colombia?] si esas 617 propuestas definen la franja, como claramente dice el promo que circula en el canal, es una prospectiva seriamente preocupante para la inversión de los miles de millones que el estado hace en un nuevo canal sin haber redefinido el rumbo de los demás). Aquí les van seis reflexiones que nos genera el nuevo hijo catódico de la TV en Colombia.

1]
Partamos de un hecho simple y que hace parte de la real construcción cognitiva de una sociedad: se necesita cultura y educación. Pero, resulta que el dispositivo televisivo es una relación de dos: el que escribe la narrativa audiovisual y aquel que la lee; La reflexión sería, ¿sabemos los que asumimos el papel de narradores audiovisuales qué leen nuestros televidentes? Y no ¿qué necesitan leer?

2]
Verter los contenidos (Educativos y culturales) en formatos visuales también tiene sus claves; ojo, con esto: No se trata de hacer propuestas atractivas y dinámicas (o solladas y locas), como se cree comúnmente, sino crear conceptos que dialoguen con los televidentes en códigos comunes, legibles y que permitan un proceso de interacción, identificación y masiva representación.
[1] Claro, dirán que para eso están los comités regionales y las investigaciones de audiencias de las que hablaremos en el siguiente punto.

3]
Desde que la televisión existe, conocer la respuesta de sus espectadores ha enmarcado una ruta que deriva, de manera irremediable, en darles más de lo que le gusta. Eso no está del todo mal, es sólo que los encargados de la televisión inteligente de nuestro país han malinterpretado año tras año el asunto. Empezaron por creer que lo entretenido era sinónimo de lo comercial y por defecto de lo que llaman la basura poco constructiva. Después, se enredaron con los conceptos de Consumo y Ciudadanía (el problema de la filosofía leída por algunos comunicadores…que sería el mismo de la literatura hecha por algunos periodistas). ¿Quién dice que el consumo sólo se amarra al contexto de adquirir bienes o servicios en una sociedad de consumo? ¿Quién dice que no se puede consumir cultura?
[2]
Invitamos entonces a que busquen etimológicamente el alcance de la palabra consumo, para que, como dirían por ahí, no saquen a pasear las palabras sin llevar tras de sí las cosas.[3] y dejen tranquilo a don Jesús Martín Barbero.
Si hacemos el recorrido, por los estudios que se han hecho sobre la lectura que de la televisión hacemos los colombianos, llegamos a la última vuelta de la tuerca, esa que habla de estudios cualitativos, donde, erróneamente, también hemos caído en el maniqueísmo demagógico del concepto percepción. Resulta claro y evidente que los colombianos conocemos nuestros productos televisivos y sus filosofías programáticas, lo que no necesariamente significa que los consumimos. Podemos decir maravillas mil de nuestra Señal Colombia, de Teleantioquia, de Telemedellín, de Canal U, lo cual no redunda en nuestra continua visita a sus emisiones. Los estudios de percepción en Colombia arrojan como resultados obvios que la televisión educativa y cultural es necesaria, pero ello se hace al amparo de los discursos de marca, no de los formatos y/o contenidos, pues la televisión es y será toda la vida una relación de polisemia, es decir, tendrá tantas lecturas como televidentes sea posible.
[4] (Si el ejercicio investigativo se sustenta en preguntas hechas a televidentes extraídos de una base de datos, la muestra, obviamente será viciada por el discurso de cada canal). Todo indica que los resultados de dichos ejercicios cualitativos están validando discursos y no interpretando el uso de los productos.
El problema es complejo; si dichos análisis son presentados, y la lectura de ellos por parte de lectores desprevenidos (que incluye altas instancias gubernamentales municipales, departamentales y nacionales) es que tenemos una muy buena televisión, y los investigadores se miran entre sí y contestan “sí, claro”, el resultado es doblemente desalentador: No estamos haciendo investigación sino diagnosticación para la validación de los procesos de representación social.
A aquellos que dicen “Teleantioquia es el canal regional, que muestra nuestras regiones y habla de lo berracos que somos los paisas”, me gustaría preguntarles cuáles son esos programas, con nombre propio, que ve asiduamente, es decir, que consume para que el proceso de identificación de su discurso se desprenda de la eficiencia de la programación y no de la definición, la misión y visión que dicho canal posee. Queda claro entonces que la percepción debe ser entendida como aquella cosa que me permite reconocer las bondades de un producto, que no necesariamente consumo, es decir, el conocimiento que poseo de su marca. Sabemos de los lados flacos que poseen IBOPE y EGM, pero que a las investigaciones que los prosiguen, y que pretenden desde sus metodologías validar discursos de sometimiento al status quo, se hagan las de la vista gorda con la interpretación que de ellas se hace, es altamente nocivo para la salud de las televisiones de Colombia. El análisis de los comités regionales, que deberían estar representados por personas conocedoras del medio y sus prospectivas, deben enfocarse en hacer claridad sobre esto para llevar a buen puerto el proyecto del Canal Universitario Nacional.

4]
Lo anterior no significa que estén haciendo las cosas mal, han comenzado por aquello que debería hacerse siempre: La elaboración eficiente de una marca o brand para después construir su propio imaginario. Hace poco reflexionábamos sobre algunas de los factores que han hecho que el Canal Universitario de Antioquia haya perdido año tras año su impacto. El Canal U comenzó como una propuesta realmente alternativa en sus contenidos, sin embargo nunca logró un ejercicio contundentemente masivo en el posicionamiento de su marca. El canal U, ocho años después, sigue siendo en algunos de sus programas, un verdadero respiro mediático, una verdadera alternativa, pero su marca es tan débil que sus formatos y contenidos son desperdiciados en el espectro electromagnético. El Canal Universitario Nacional por ahora no propone nada nuevo, pero sin duda el eco de su discurso hará que volquemos nuestra mirada sobre su frecuencia. (Espero que para entonces no estén opciones como Paz-a-tiempos, un tipo de programa que comete el error de impactar en una franja sustancialmente superior a aquella que se propone [algo que con “sorpresa” ya encontró el Canal U en su reciente estudio de percepción].) Esperamos que hayan hecho un estudio previo de su segmento de audiencia teniendo cuidado de hallar etimológicamente las diferencias entre Segmentar y Segregar, como hemos propuesto en El Cajón Te Ve.

5]
Podrán decir (en especial a partir de alguna de aquellas investigaciones de audiencias) que al Canal U, u otros de su tipo, como Señal Colombia, sí los ven. Es apenas obvio, nosotros mismos, cada semestre recibimos 2 o 3 alumnos por clase que han oído hablar de ellos. En la medida que avanzan en sus estudios, comienzan a consumirlos y por defecto a replicar las filosofías particulares de cada uno de ellos (parecería que la deficiencia en la cantidad de televidentes la estuviéramos solucionando con la apertura cada vez más abundante de escuelas en narrativas audiovisuales; tal parece que no estamos formando realizadores, productores o comunicadores [como usted prefiera llamarlos] sino los televidentes que la televisión inteligente no posee) Insistimos, la eficiencia, la calidad, la pertinencia y la relevancia de un producto audiovisual, pasan por muchos más factores que sobrepasan la simple percepción.

6]
Aquellos que ahora cuelgan en la parrilla de programación de Zoom TV sus productos, intuimos, se la deben haber jugado en últimas por el famoso Good Will que les generará la aparición de sus logos en la tele nacional; les deseamos suerte en su aventura, aquella que sin duda tendrán (con el tiempo), porque nunca oirán decir una cosa distinta de que “necesitamos una televisión más educativa y cultural”, un discurso que, queremos avisar, de nuevo, es nuestro, (de los que creamos narrativas), pero no de los televidentes. El televidente consume televisión, no tipos de televisiones. “[…mejoramiento de la televisión, más educativa y cultural”] como ya también lo oímos decir al nuevo comisionado. Más de lo mismo… y seguimos pagando.


[1] Potter, Freud y otros psicoanalistas más han hecho puntuales apuntes a aquellos procesos de representación social que me permiten vincularme socialmente con un grupo a partir de mis propias valoraciones del gusto
[2] Hace poco, en el casting para escoger la presentadora de un nuevo programa de rock local, el realizador encargado definió el rasgo mas representativo de la “afortunada” de su búsqueda en un aspecto bastante curioso “necesitamos una niña que consuma ciudad”, algo atractivo y novedoso, pero, en extremo contradictorio con los discursos que persigue la filosofía programática que representa al canal en cuestión, pues en él se diferencia casi de manera fundamentalista Lo Consumible de lo Ciudadano.
[3] John Hartley en Los Usos de la Televisión. Capítulo 12, La televisión y la Ciudadanía Cultural. Pag. 205
[4] Gadamer es sólo una de las muchas muestras que se pueden citar sobre la Polisemia de las narrativas

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues Mauro soy estudiante tuyo mi nombre (para que no se de cuenta) es Nitay.... Desde hace poco admiro lo crítico que sos con la televisión y su contenido, me gusta la visión que tenes en muchos programas y muchas bainas raras que se te ocurren, pero que al mismo tiempo no son tan raras porque en muchas de ellas tenes razón...

Edad: 19
Preferencias Televisivas: Casi todos los programas americanos, me gusta mucho el contenido y la trama que traen, serie como South of Nowhere, Nip Tuck (Es lo mejor según mi opinión), Prison Break y otras bainas como Los Simpson, South Park y muchos programas de realidad en MTV como Next pero sobre todo MTV Vida Real que muestra personajes reales viviendo una situación X o Y y hacen un monton de cosas por conseguir algo. Pues claro esta soy fanaticos de los canales musicales MTV, VH1, Much Music. Los programas gringos estan hechos para entrener y conmigo como televidente lo han hecho de una manera muy fácil, será mi falta de capacidad intelectual para emitir juicios, pero esa cajita que está en mi cuarto me hace muy feliz a mi aunque algunas veces crea sentimientos e ilusiones, casi que vivo en una mentira soñando conque la mayoria de las cosas que veo pueden ser reales a mi y aunque de hecho algunas lo son la mayoria es una mentira.